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Santiago colapsa en horas pico

  • arqlizadiaz
  • 11 may 2023
  • 5 Min. de lectura

Santiago, era la mezcla perfecta de ciudad con campo, todo el camino desde la capital a Santiago entre montañas te preparaba para lo mejor del país, mezcla de edificaciones modernas con casas grandes y espacios verdes, todavía tenemos importantes cuadras vacías, podíamos darnos el lujo de llegar a cualquier parte en 15 minutos, los ambientes acogedores, conocer a la gente con la que te encuentras en tus movimientos cotidianos, ambientes de barrios sanos con algunos espacios de recreación.



Hemos ido creciendo, grandes torres se abren paso con la tecnología necesaria para desafiar nuestra condición geográfica de suelos blandos y fallas sísmicas, Santiago municipio con su ayuntamiento intenta ordenar, la verdad es que el crecimiento le sobrepasa. Los barrios también crecen sin control, edificaciones suben sin pasar por los rigores de las instituciones encargadas CODIA, Ayuntamiento, Obras Publicas, lo hacen los fines de semana, los feriados, pintan corriendo, se burlan en sus caras como si la seguridad y el uso de suelo no los va a afectar nunca.


Hay varios factores que están haciendo a Santiago municipio y su centro de ciudad, incómoda, violenta, llena; así como nos sentimos cuando vamos a Santo Domingo, ciudad que sabemos esta desarrollada, pero a que costa de afectar la calidad de vida de sus habitantes.


Santiago crece en zonas no planificadas: crece hacia dos municipios que se voltean y casi ni distinguimos los límites. Tamboril y Licey cargan a Santiago, y su planificación nos pone en peligro de aprobaciones de proyectos de gran ocupación que se aprovechan de estar ubicados fuera de los limites municipales más realmente estos habitantes se moverán y afectan al municipio de Santiago.


El aumento del parque vehicular por la llegada de vehículos de bajo costo en un momento abarrotó el mercado, la deficiencia en un transporte público que se niega a avanzar hacia el transporte masivo organizado y nos sigue dejando atrás.


Las mismas pequeñas vías, Santiago no ha creado ni ampliado vías principales, calles como la Avenida 27 de febrero tienen en ambos tramos embudos que en horas pico es digno de película de terror, La calle Rafael Vidal tiene tantas vías para doblar en cualquier sentido que es una prueba de paciencia, el uso de suelo se ha vuelto comercial haciendo que sea lenta, angosta y desordenada. La Calle don Pedro que viene desde Tamboril no da ni para suplir los negocios de la zona, es más ha ido perdiendo espacios permitiendo usos de suelo y proyectos que no tienen parqueos haciendo que las vías se usen en gran parte como parqueo.


Colegios en zonas nuevas sin control. La creación de espacios educativos con niños son necesarios, muy importantes y responden al crecimiento de nuestra población, pero se aprueban en cualquier lugar, estos tienen un flujo grande y en horas pico que requieren que los niños sean dejados frente a frente, crean un caos, muchas veces estos mismos lugares se hacen de ayudantes de tránsito, pero el problema es que esas vía no aguantan ese tipo de comercio y flujo al mismo tiempo.


Grandes torres en zonas privilegiadas cargan las vías principales en horas pico y esas rutas que antes eran desahogo ahora intentan entrar a las vías contribuyendo al caos. Antiguas casas con grandes patios y una sola familia abren paso a imponentes estructuras donde pueden interactuar hasta 30 familias, con varios vehículos y salidas constantes.


En Santiago se están haciendo importantes obras de infraestructura que tienen cargado una zona importante de la ciudad y hacen que las otras vías que se están usando de desahogo se hagan de más carga, esto es provisional se supone y ya hemos visto que es un trauma de pasan todas las ciudades que hacen obras, esperemos que estas estructuras luego de terminadas se traduzcan realmente en una mejora del sistema de transporte.


Los policías de tránsito son necesarios y obligatorios, muchas veces estos problemas en la vía se solucionarán si un agente dirige el tránsito, no es así como ocurre. La cantidad de agentes en Santiago es ridículamente pequeña, solo vemos un despliegue en alguna visita del presidente, lo peor es cuando vemos operativos de persecución de buscando poner multas cuando lo principal es poner orden, no perseguir ciudadanos. Vemos se colocan en un par de vías y cómo se va perdiendo el respeto, motores pasan frente a ellos en la luz roja sin consecuencia. Y ahí pasamos al próximo aspecto.


La mala educación completa el gran combo, vehículos que saben que la luz verde no les da para pasar se quedan atravesados en el medio bloqueando al que si le toca y puede pasar. Ya la direccional no significa nada, pararse a tomar pasajeros de repente y sin avisar, ocupar más de un carril. No hacer la fila y pretender cortar delante en vía contraria, es una selva y nadie les dice nada, frustrando al que va bien, en algunas zonas se crean verdaderos bloqueos donde gana el más vivo o el rudo y con los motoristas el caso es de preocupación pues ponen en riesgo su seguridad, no hay conciencia de lo expuestos que están a tener una lesión, van en via contraria, en luz roja, sin casco o con el casco en el codo, haciendo giros, intentando rebases cuando estas indicando que vas a doblar, andamos cuidándolos, pero ellos no se cuidan.


Los mismos tradicionales choferes de transporte publico conchos y autobuses y el hecho de que su ingreso diario dependen de los pasajeros que logren llevar y las vueltas que den convierte cada vuelta de un concho o autobús en la búsqueda de pasajeros, se paran en cualquier momento y lugar de la vía, los demás que esperen atrás, las reglas no valen para ellos, cortan en sentido contrario, velocidad máxima y educación mínima.


Las malas condiciones de las vías, los semáforos ubicados con badenes, y con malas condiciones hacen que no se aproveche la luz verde haciéndolos menos eficientes. Las averías de CORASAAN pueden arruinarle la ruta a cualquiera, cualquier dia y hora y las construcciones nuevas ocupando aceras u vías con camiones hormigoneros y patanas .


Santiago ahora mismo es un desastre, a quien es que le toca? Hablamos de desarrollo, de proyectos importantes, de apoyo desde el gobierno central, de tener grandes empresarios, pero Santiago se desarrolla con su cáncer incluido, es momento de que aprovechemos este momento para crecer sanos, solucionar problemas porque seguiremos creciendo pero no queremos ser Santo Domingo.


¿No está de más imaginar cómo nos iría en una emergencia o desastre natural en hora pico o algún accidente o siniestro?


No quiero cerrar en pesimismo, se que las autoridades municipales están tratando de trabajar junto a otros municipios para que no siga saliéndose de control. La circunvalación Norte se está usando a capacidad y debemos esperar los proyectos de teleférico y monorriel impacten y se traduzcan en un verdadero sistema de transporte eliminando en un futuro no muy lejano los conchos.


Ya se proyecta la ampliación de la Carretera Gregorio Luperón que conecta a la circunvalación Norte y es ruta hacia Puerto Plata, así como otros proyectos que se están manejando a un nivel de Gobierno.

 
 
 

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